lunes, 9 de julio de 2012

Diseñan Boya para monitoreo ambiental más efectiva y diez veces más económica que las importadas

Se trata de una plataforma que puede instalarse en ríos, lagos y océanos y brinda mediciones de temperatura, sedimentos y viento, entre otras. Además de datos meteorológicos, la boya permite acceder a información sobre la calidad del agua. Vale diez veces menos que los costos del mercado internacional y ya se vendieron a tres a países limítrofes. Se instalarán en diferentes lagunas para realizar la primera red de monitoreo que analice la variabilidad climática y sus efectos en la población.
Investigadores del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) del Conicet lograron el desarrollo de boyas capaces de monitorear parámetros atmosféricos e hidrológicos a un muy bajo costo. Una de ellas ya está colocada en una laguna y brinda información vía Internet. Es la primera de Sudamérica. 

La boya es una adaptación de las Estaciones de Monitoreo Ambiental Costero (EMAC), que el Instituto desarrolla desde hace seis años, y a las cuales se les colocaron sensores diseñados y construidos por los investigadores en el laboratorio de Diseño de Instrumental del IADO, lo cual reduce en forma sensible los costos. En el mercado internacional, este instrumental tiene un valor de entre 60 y 100 mil dólares; en Bahía Blanca se lograron por entre 6 mil y 10 mil dólares.

El doctor en Oceanografía Gerardo Perillo -del equipo de trabajo junto a los doctores Alejandro Vitale, Cintia Píccolo, Claudio Delrieux y el estudiante de grado Fernando Sidera- explicaron que “la boya monitorea distintos parámetros meteorológicos, como velocidad y dirección del viento, temperatura, humedad, presión y radiación solar”.

“También tiene sensores que miden la calidad del agua. Por ejemplo, se puede conocer su temperatura y su composición. Además, buscamos saber la concentración de sedimentos en suspensión, la turbidez del agua. Y, con un sensor de presión, podemos conocer cuál es la profundidad que tiene la laguna en todo momento y medir simultáneamente la olas”, afirmó el investigador.

Alejandro Vitale indicó que la boya funciona como una estación meteorológica en el agua y sirve para conocer datos válidos de todo tipo, sin errores, como los que se toman desde la costa, y brinda información clave para pescadores o, por ejemplo, para saber cuándo comienza el florecimiento de las algas, uno de los problemas en los espejos de agua para consumo humano. “No es sólo conocer los datos meteorológicos, sino que su importancia se basa en que se puede acceder a información sobre la calidad del agua”, destacó.

Próximamente, “también le vamos a agregar a la boya un sensor para medir clorofila y otro para calcular el oxígeno disuelto. Ambos son parámetros claves: uno determina indirectamente la cantidad de fitoplancton en el ambiente y, el otro, cuán oxigenado está el sistema. Cuanto más oxígeno tenga la laguna, mayor probabilidad de subsistencia para los peces y otros animales que habitan allí”.

Querés más? Preguntaselo a Tedesco:

Marcelo C. Tedesco
prensa@uns.edu.ar
Karina Cuchereno
Dirección de Prensa y Ceremonial
Universidad Nacional del Sur

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