“Ese crédito va a ser descontado, en caso de ser utilizado, cuando el usuario de la tarjeta vaya a recargarla”, dijo.
La implementación de este beneficio estaba previsto desde la puesta en marcha de la SUBE. “Había que readecuar el sistema informático para la instrumentación y nos parecía realmente una solución muy práctica para aquellos que por alguna razón se encuentran con alguna dificultad de poder cargar la tarjeta”, indicó Randazzo.
El titular de la cartera política enfatizó en que la evaluación del funcionamiento de la tarjeta “es excelente”.
“Casi 12 millones de argentinos usan a diario la tarjeta SUBE, cargando alrededor de $ 17 millones por día. También, siguen pagando el mismo valor del pasaje los que utilizan la tarjeta. Es un medio de pago muy práctico que integra al subte, al transporte ferroviario y al micro. Permite que el usuario de la tarjeta no necesite dinero en efectivo, porque lo tiene cargado”, afirmó.
El funcionario dijo que, además, “está permitiendo tener información muy valiosa al Estado, para la asignación de los recursos al sistema de compensación al transporte público, que permite que un pasajero pague aproximadamente el 25 % del valor del pasaje”.
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